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Composición corporal, autopercepción, prácticas y creencias alimentarias de mujeres transgénero en Cali

Por: Dominique Palau Catasús

Cuando hablamos de temas como la diversidad de género y la inclusión de distintas expresiones de identidad y sexualidad en la vida diaria, nos damos cuenta de que aún existe mucho desconocimiento y tabú. Por ejemplo, la comunidad trans tiende a ser relegada y excluida en nuestro país, lo que ha generado el aumento de expresiones de violencia y odio hacia estas personas. Sumado a esto, por el bajo acceso a diferentes servicios, existe desinformación fuera y dentro de la misma comunidad en aspectos tan fundamentales como necesidades sociales y de la salud. 

Para reducir parte de la brecha existente, la profesora Ana Lucía Valenzuela Gallego, del Departamento de Alimentación y Nutrición, de la Pontificia Universidad Javeriana Cali, lideró un proyecto cuyo alcance fue describir la Composición corporal, la autopercepción de la imagen corporal y las prácticas y creencias alimentarias en mujeres transgénero residentes en Cali.

La profesora Ana Lucía plantea que “a nivel nacional hay una gran brecha en el conocimiento de las realidades en alimentación y nutrición de las mujeres trans”. Esto es un aspecto relevante, dado que estudios internacionales reportan que, por sus transiciones hormonales y otros aspectos relacionados a sus dinámicas de vida, ellas pueden presentar modificaciones en su composición corporal y tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades crónicas no transmisibles, trastornos de conducta alimentaria, entre otras situaciones.

Desde que realizó su maestría en Psicología de la Salud, la profesora Ana Lucía se interesó por diversas problemáticas que afrontan las mujeres trans en los servicios de salud. De allí nació su interés por poder contribuir desde la academia y así es como, una vez finalizados sus estudios de maestría, trabajó colectivamente desde el 2019 para crear una alianza entre el Departamento de Ciencias Sociales y el Departamento de Alimentación y Nutrición, vinculándose con un equipo interdisciplinar al macroproyecto de TranSer para crear TransNutrición. 

En el proyecto, participaron 33 mujeres trans de la ciudad de Cali; un equipo de coinvestigadores conformado por Paula Andrea Hoyos Hernández, Luis Miguel Becerra Granados y María del Pilar Zea León; acompañados por la profesora Silvia María Moncayo Rincón y algunos estudiantes de la carrera de Nutrición y Dietética, como Alén Fernández González, Johan Martínez Rivera y Laura Salazar Zúñiga.

Dentro de los resultados que están en proceso de publicación, se pudo resaltar que el 85% de las mujeres participantes han usado terapia hormonal en su tránsito de género, en donde más de la mitad se automedica (71,4%). El 88,8% de ellas también han hecho modificaciones en sus hábitos de alimentación en asocio a su tránsito de género y bajo sus creencias y mitos populares, algunos de éstos validados principalmente solo dentro la comunidad trans. Por ejemplo, se resalta el consumo de bebidas calientes mezcladas con bebidas alcohólicas cuando consumen sus hormonas feminizantes y el consumo frecuente de suplementos nutricionales autoformulados en más de la mitad de ellas (51,5%). 

Respecto a los resultados de la composición corporal, se debate sobre la necesidad de poder continuar investigando, para poder establecer líneas de base en los criterios de clasificación antropométrica, medición de posibles riesgos cardiovasculares y de la salud.

También es importante resaltar que, se generó un producto de formación que fue un trabajo de grado del programa de Psicología, el cual también abordó las conductas alimentarias de riesgo e imagen corporal en mujeres trans. Así mismo, se finalizaron dos artículos de investigación que están en sometimiento en revistas indexadas. 

Según la profesora Ana Lucía “proyectos como este toman relevancia cuando se comprende que hay una deuda social e histórica con la población trans, dado que dentro de la comunidad LGBTIQ+ son quienes presentan mayores tasas de discriminación, violencia y bajo acceso a diversos servicios, entre esos los de salud. Adicional, es necesario que, desde la academia, se incentive el estudio y la institucionalización de cátedras con enfoque de género en los futuros profesionales de la salud”. Lo anterior, permite crear sensibilización y conocimientos de sus contextos, de cara a la generación de propuestas pertinentes en pro de sus necesidades.  

Por otro lado, también se busca que se pueda crear una alianza con los entes gubernamentales encargados en la realización de políticas públicas con enfoque de género, para visibilizar estos resultados para que, en las rutas de atención en salud, se articulen diversos profesionales, entre ellos, el Nutricionista Dietista.

Relaciones significativas y alianzas estratégicas

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